Conductismo
Actualmente la Psicología incluye una
gran variedad de orientaciones teóricas. Comparables en cierto modo a las ideologías
políticas o a las creencias religiosas, los paradigmas
psicológicos suponen directrices de conducta que nos
inducen a ejercer la práctica profesional de distintos modos.
El conductismo es una
de las orientaciones más comunes entre los psicólogos, si
bien hoy en día es más habitual que se practique en su vertiente cognitivo-conductual.
A continuación repasamos la historia del conductismo y sus características
principales.
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psicológicas”
¿Qué es el conductismo?
El conductismo es una corriente de la
Psicología que se centra en el estudio de las leyes comunes que determinan el
comportamiento humano y animal. En su origen, el conductismo tradicional deja
de lado lo intrapsíquico para focalizarse en la conducta observable,
es decir, prioriza lo objetivo por encima de lo subjetivo. Esto opone el
conductismo a planteamientos previos como los psicodinámicos y los fenomenológicos.
De hecho, desde la perspectiva conductista aquello que solemos entender como
"mente" o "vida mental" es tan solo una abstracción de lo
que realmente debería estudiar la psicología: los vínculos entre estímulos y
respuesta en contextos determinados.
Los conductistas tienden a concebir a
los seres vivos como “tabulas rasas” cuya conducta está
determinada por los refuerzos y castigos que reciban más
que por predisposiciones internas. El comportamiento, por tanto, no depende
principalmente de fenómenos internos, como los instintos o los pensamientos
(que no dejan de ser, por otra parte, conductas encubiertas) sino más bien del
entorno, y no podemos separar ni la conducta ni el aprendizaje del contexto en
que tienen lugar.
De hecho, aquellos procesos que ocurren
en el sistema nervioso y que para muchos otros psicólogos son la causa de
cómo actuamos, para los conductistas no son más que otro tipo de reacciones
generadas a través de nuestra interacción con el entorno.